«Si tienes un canal de Youtube, tienes una tienda»
Con esa premisa muchas veces pongo en situación a mis alumnos de los cursos de Youtube o Vídeo Marketing, porque es interesante que entiendan que, al margen de su carácter de Red Social, al margen de ser una poderosa y gratuita herramienta que Google nos regala para nuestra propia promoción (y su consecuente enriquecimiento, no lo olvidemos), a parte de todo eso, Youtube representa un espacio propio donde recibir y gestionar a nuestros clientes de la mejor forma.
Es por eso que insisto tanto y tan a menudo con que nuestro canal de Youtube debe estar en perfecto estado de inspección, listo para que cualquier cliente curioso o potencial socio entre y descubra lo que nosotros hemos dejado preparado. No hay que dejarlo al azar, amigos, hay que medir cada aspecto. Youtube es gratis, pero en nuestra mano está aprovecharlo como nadie lo hace.
¿En qué se parece mi canal de Youtube a una tienda física?
Bueno, parece un chiste, pero realmente aquí no hay truco: se parece en muchas cosas, que nunca debemos dejar de lado o descuidar.
Le damos la bienvenida al entrar. Al igual que a ese desconocido que entra en nuestro local, Youtube nos permite reproducir automáticamente un vídeo de bienvenida a, ojo, sólo los usuarios no suscritos. Esto significa que una vez hayamos conseguido la mejor de las conversiones, la suscripción a nuestro canal, este dejará de reproducirse a ese usuario. ¿No es hermoso? Mis recomendaciones para este vídeo son muy sencillas, y de nuevo puedo compararlo con mi comportamiento en el mundo real. Arropar, pero no agobiar.
Debe ser breve. Un sencillo «hola» puede parecer algo escaso, pero si lo acompañamos de una sonrisa el mundo nos abrirá sus puertas de par en par. No aproveches para venderte. No cometas ese error. Ya están dentro de tu canal, lo que queremos ahora es retenerlos.
Debe ser fresco. Tampoco quiero que cuentes un chiste, pero sí que sea un vídeo fácil de ver. Si fuese una bienvenida a nuestra tienda sería «Hola ¿que tal?, ahí tienes la nueva temporada, por si te interesa» y ya está. Una pequeña invitación, algo sutil. Nada más que eso.
No recicles. Muchos Youtubers utilizan su vídeo de bienvenida para colocar y hacer visible su último vídeo. Me parece una técnica más que correcta, pero nunca la recomendaré. Si gestionamos el canal de Youtube de nuestra marca o de la empresa de nuestro cliente lo ideal será presentarnos y no cambiar esa bienvenida hasta que renovemos algo sustancial en la empresa, como la imagen de marca, la persona que debe mostrarse, o cualquier otro cambio importante.
Llama a la acción. No olvides recordarles que están viendo ese vídeo porque aún no se han suscrito, y tampoco olvides tú que esa suscrición a ellos no les cuesta nada. Todo el mundo pagaría en tal de que dejasen de molestarnos. Aprovéchate de ello.
¿Has visto mi vídeo de bienvenida? No es perfecto, no es el mejor, pero cumple su función y respeta mi imagen de marca. Y lo más importante, cumple lo que promete.
