Bueno, no sé si en otra vida te recompensan por todos los kilómetros recorridos durante un único día, pero de darse el caso sin duda a mí me van a tener que reencarnar en un millonario con alas, ya que llevo desde primera hora “persiguiendo el Sol” a golpe de avión.
Hoy he llegado a Colombia, concretamente a Bogotá. Tras levantarme antes de las siete de la mañana, coger un metro y un avión en Valencia, he llegado a Madrid. Ahí he tenido el placer de pagar 10 euros por un bocadillo de jamón y una botella de agua, y además he aprovechado para empezar a escribir este post, ya que no contaba con wifi, pero sí con un enchufe.
¿Por qué Colombia?
Bueno, sin duda la pregunta es inevitable, pero igualmente obvia es la respuesta: donde hay trabajo. Ciertas empresas en Colombia están haciendo un auténtico esfuerzo en formar al mayor número de alumnos en todo lo que a social media, marketing on line y negocios se refiera. Y no les está yendo nada mal.
Me propusieron volar hasta acá (si, ahora digo acá) con el propósito de impartir unas charlas sobre vídeo marketing, o lo que es lo mismo, sobre cómo aprovechar el poder del vídeo en nuestras campañas de Social Media. Y aunque he de reconocer que en un primer momento me planteé el tema de la distancia, al segundo entendí que era una oportunidad increíble (y nada fácil de conseguir) de ampliar horizontes, conocer gente, y conseguir que mi trabajo cruzara alguna que otra frontera. Sé que grandes del Social Media como Juan Antonio Merodio o Isra García también han apostado, tanto por este país como por el continente que lo contiene, y eso no hace más que darme energías para apostar por este proyecto.
Ahora, tras más de quince horas de viaje, estoy alojado aquí, en la capital de Colombia, donde todavía es de día, dando los últimos retoques a mi presentación de mañana, y preguntándome qué tal será el grupo que me encuentre mañana.
Y no puedo estar más ilusionado.
